Nota de Beneficio | Lectura: media
¿Lees un libro y al terminar no recuerdas lo más importante?
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¿Te cuesta mantener la concentración mientras avanzas en las páginas? La buena noticia es que la comprensión lectora no es solo un “don”, es una habilidad que se puede desarrollar.
Aquí te compartimos 5 estrategias para leer y comprender mejor, basadas en estudios y en la experiencia de la lectura habitual. Útil para la cmprensión bíblica y literaria.
1. Controla tu comprensión
Un buen lector es consciente de lo que entiende y de lo que no.
Si algo no queda claro, puedes volver atrás, releer o ponerlo en tus propias palabras. Pregúntate constantemente: ¿realmente entendí este párrafo o solo pasé los ojos por las letras?
2. Piensa sobre lo que piensas (Metacognición)
La metacognición es un nombre difícil para algo sencillo: reflexionar sobre tu forma de leer. Antes de comenzar, define tu propósito: ¿quieres aprender, disfrutar o analizar? Durante la lectura, ajusta el ritmo según la dificultad del texto. Y al final, haz una pausa para revisar qué entendiste.
Eso te ayudará a no frutrarte o perder el interés en lo que estás leyendo, ya que buscarás lograr tu objetivo propuesto.
3. Usa mapas o esquemas
No subestimes el poder de un lápiz y un papel. Los organizadores gráficos (esquemas, mapas mentales, tablas) ayudan a visualizar cómo se conectan las ideas principales. Esto es especialmente útil para estudiar la Biblia o libros de teología, donde los conceptos se entrelazan. De esta manera puedes visualizar conceptos o ideas para que sea más fácil retener con imágenes, gráficos o incluso ilustraciones.
4. Haz preguntas
La lectura no es pasiva: involúcrate. Formula preguntas mientras lees:
- ¿Qué significa esto?
- ¿Por qué el autor dice esto ahora?
- ¿Cómo se relaciona con lo que leí antes?
Al hacer preguntas, tu mente se activa y la comprensión se profundiza. O puedes pedirle a alguien que te pregunte sobre lo que leiste y será una manera de practicar esta estrategia.
5. Resume lo aprendido
Resumir es como destilar lo esencial. Después de leer, intenta explicar con tus propias palabras la idea principal. No se trata de repetir, sino de captar el corazón del mensaje. Esto no solo mejora la memoria, sino que también hace que la lectura tenga un impacto más duradero.
Leer bien no es solo cuestión de pasar páginas, sino de detenernos, preguntar, reflexionar y conectar ideas. Al aplicar estas 5 estrategias, cada libro se convierte en una oportunidad real de crecimiento.
En Editorial Crece creemos que la lectura transforma vidas, especialmente cuando se combina con libros que alimentan la fe y el pensamiento cristiano.